miércoles, 5 de junio de 2019

DOMINGO VII DE PASCUA

Comentario al Evangelio
EN ESPERA DEL ENVÍO DEL ESPÍRITU SANTO 
Después de la Resurrección, Jesús estuvo apareciéndose a sus discípulos durante cuarenta días, dándoles muestras de que estaba resucitado y hablándoles del Reino. A los cuarenta días, Jesús subió a los cielos a la vista de sus discípulos. Ésta es la fiesta que hoy celebramos. 1. Cristo resucitado sube al Cielo. Después de resucitar y de aparecerse durante cuarenta días a sus discípulos, Cristo resucitado asciende al Cielo. En la primera lectura, del principio del libro de los Hechos de los Apóstoles, escuchamos que los discípulos se quedaron mirando al Cielo, atónitos. Dos hombres vestidos de blanco, que nos recuerdan a la aparición que vieron las mujeres en el sepulcro aquella bendita mañana de la Resurrección, los animan: no os quedéis mirando al Cielo, pues Cristo ya se ha marchado, ha vuelto a la Gloria, pero volverá de nuevo. La alegría de la Resurrección llega a su plenitud con la Ascensión de Cristo resucitado a los cielos. 2. Nosotros hemos subido con Cristo al Cielo. Pero la Ascensión del Señor tiene un significado todavía más importante. Si Cristo, el Hijo de Dios, que es también verdadero hombre, ha subido al Cielo y está junto al Padre, también nosotros, si permanecemos unidos a Cristo, podremos un día llegar al Cielo con Él. 3. Nosotros somos testigos de esto. Y ahora viene nuestra tarea. En el Evangelio hemos escuchado cómo Jesús, antes de subir al Cielo, les recuerda a sus discípulos que ésta era su misión: morir en la cruz, resucitar al tercer día y anunciar en su nombre la conversión de los pecados a todos los pueblos. Y Jesús mismo les manda a sus discípulos: “Vosotros sois testigos de esto”. La misión que Jesús nos encomienda es clara: aquello que hemos visto, que hemos experimentado en nuestra propia vida cristiana y que celebramos cada domingo en la Eucaristía, no podemos quedárnoslo para nosotros mismos. Es necesario que contemos a los demás lo que hemos visto y oído. Somos testigos del Señor. Hemos de dar testimonio en nuestro ambiente de las maravillas que Dios hace con nosotros, si le dejamos Antes de subir al Cielo, Jesús prometió de nuevo el envío del Espíritu Santo, que será la fuerza que nos impulsará a salir y a dar testimonio del Señor a todos los hombres. Esto lo celebraremos el próximo domingo en la solemnidad de Pentecostés.