“HOY OS HA NACIDO UN SALVADOR”
24 - 25 de diciembre de 2021 (Natividad del Señor)PRIMERA LECTURA:
“Un hijo se nos ha dado” (Isaías 9, 1-3.5-6)
SALMO:
”Hoy nos ha nacido un Salvador: el Mesías, el Señor ” (Salmo
95)
SEGUNDA LECTURA:
“Ha aparecido la gracias de Dios para todos los hombres”
(Tito 2, 11-14)
EVANGELIO:
“Hoy os ha nacido un Salvador” (Lucas 2, 1-14)
Por aquellos días salió un decreto de César Augusto para que se empadronara todo el mundo. Éste es el primer censo que se hizo siendo Cirino gobernador de Siria. Todos iban a empadronarse, cada uno a su ciudad. También José, por ser descendiente de David, fue desde la ciudad de Nazaret de Galilea a Judea, a la ciudad de David, que se llama Belén, para empadronarse con María, su mujer, que estaba encinta. Mientras estaban allí se cumplió el tiempo del parto, y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo reclinó en un pesebre, porque no encontraron sitio en la posada. Había en la misma región unos pastores acampados al raso, guardando por turno sus rebaños. Se les presentó el ángel del Señor, y la gloria del Señor los envolvió con su luz. Ellos se asustaron. El ángel les dijo: «No tengáis miedo, pues os anuncio una gran alegría, que lo será para todo el pueblo. En la ciudad de David hoy os ha nacido un salvador, el mesías, el Señor. Esto os servirá de señal: Encontraréis un niño envuelto en pañales acostado en un pesebre». Y en seguida se unió al ángel una multitud del ejército celestial, que alababa a Dios diciendo: «Gloria a Dios en el cielo y paz en la tierra a los hombres que él ama».
VER.-
Un clásico de la literatura, sobre todo en estos días, es la novela “Cuento de Navidad”, de Charles Dickens. En ella, el avaro Sr. Scrooge, que odia la Navidad y todo lo que la rodea, recibe la visita de tres espíritus: el de las navidades pasadas, el de las navidades presentes y el de las navidades futuras. La visita de estos tres espíritus provoca en el Sr. Scrooge un cambio radical hasta el punto de que, como leemos al final de la novela, “se dijo de él, después, que sabía cómo celebrar la Navidad de la mejor manera”.
JUZGAR.-
Hoy son muchas las personas que
no soportan la Navidad ni todo lo que la rodea, y que desearían que ya hubieran
pasado estos días. Quizá porque también han recibido la visita de tres
“espíritus”:
Por una parte, estos días aparece, lo queramos o no, el “espíritu de
las navidades pasadas”. Recordamos lo que sentíamos otros años y que hoy ya no
podemos sentir. Recordamos a personas con las que compartimos estos días y que
ya no están entre nosotros. Y esto nos provoca tristeza, desilusión, melancolía,
mal humor… y que deseemos volver cuanto antes a la rutina diaria.
También, lo queramos o no, el “espíritu de las navidades presentes nos
envuelve”: desde hace semanas han aparecido los adornos, turrones y dulces
típicos, bombardeo de publicidad… Pero muchas veces la situación actual, ya sea
personal, familiar, económica, laboral, política, social, educativa, eclesial…
junto con los problemas y conflictos internacionales: guerras, crisis de
refugiados y emigrantes, degradación medioambiental… provocan que “no estemos
para fiestas”.
Y el “espíritu de las navidades futuras” se nos presenta, como en la
novela, muy negro: las dificultades económicas hacen que muchas personas no
puedan tener un proyecto de vida; tampoco se ven cauces efectivos de solución
de los problemas del presente, más bien al contrario… Todo ello provoca
incertidumbre porque nos hace prever que la situación irá a peor.
Así que no es de extrañar que, para muchos, la Navidad y todo lo que
la rodea les resulte insoportable porque les suena a un “cuento”, en el peor
sentido de la palabra.
Pero nosotros estamos celebrando la Nochebuena/Navidad. Como en la
novela, esta noche/hoy, por medio de la Palabra de Dios, nos visitan el pasado,
el presente y el futuro, pero de un modo muy diferente al de la novela, para
que también nosotros los vivamos de otra manera.
Respecto al pasado, si sentimos añoranza por experiencias pasadas o personas
fallecidas, las primeras lecturas nos recuerdan la promesa que Dios había hecho
desde antiguo, su proyecto de salvación, que mantuvo la esperanza de su pueblo
y que continúa vigente para nosotros. Y en el Evangelio de la Vigilia, san
Mateo ha recordado los antepasados de Jesús, para que el recuerdo de nuestros
seres queridos no sea triste sino agradecido, porque por ellos podemos estar
hoy aquí.
Respecto al presente, si éste se nos presenta duro y difícil, el
Evangelio de medianoche nos recuerda que Jesús nació en la pobreza, en un
pesebre, en una región ocupada por el imperio romano, para que quienes tienen
que sufrir circunstancias duras y difíciles puedan sentirle cercano, porque
hoy, como entonces, sigue resonando el anuncio del ángel a los pastores: Os
anuncio una Buena Noticia que será de gran alegría para todo el pueblo: hoy… os
ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor.
Y en cuanto al futuro, si éste se nos presenta incierto y muy negro, el Evangelio de la aurora nos pone de modelo a María, que conservaba todas estas cosas meditándolas en su corazón, para que no nos dejemos abrumar por lo que pueda pasar. Y las segundas lecturas nos han invitado a que llevemos ya desde ahora una vida sobria, justa y piadosa, aguardando la dicha que esperamos (medianoche), para que seamos, en esperanza, herederos de la vida eterna (aurora), y que esa esperanza anime nuestro día a día.
ACTUAR.-
¿Qué sentimientos despierta en mí
la Navidad? ¿Cómo ilumina la Palabra de Dios mi pasado, mi presente y mi
futuro? ¿Confío en la promesa de Dios? ¿Qué cambios voy a introducir en mi
vida?
La Navidad no es un cuento, es una realidad: Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor. Que nuestra vida lo manifieste, a pesar de todo lo negativo que el pasado, el presente y el futuro nos presentan. Meditemos todas estas cosas en nuestro corazón, como María, y así, como dice el final de la novela: “El Sr. Scrooge sabía cómo celebrar la Navidad de la mejor manera. Que se pueda decir esto, con razón, de nosotros, de todos nosotros. ¡Y que Dios nos bendiga a todos y cada uno de nosotros!”.