Durante el pasado
curso en la hoja parroquial se fueron desgranando algunos aspectos relacionados
con el año de la misericordia. Para ello D. Santos fue presentando algunos
números de la Bula de convocatoria de dicho año. Esa misma tarea la retomaremos
durante el presente curso hasta que se clausure el Jubileo.
Precisamente en el
número 12 de la bula el Papa presenta una asociación que me es especialmente
querida: la misericordia y la misión.
“La iglesia
tiene la misión de anunciar la misericordia de Dios, corazón palpitante del
Evangelio”.
Cómo me ilusiona
pensar en nuestra parroquia de San Félix como una comunidad lanzada a cumplir
esta tarea. El amor misericordioso de Dios debe ser anunciado en nuestro
barrio, debe resonar en cada corazón. Nosotros, los que hemos conocido y
experimentado en nuestra propia carne ese amor de Dios, no tenemos derecho a
ocultarlo.
La evangelización ha
sido definida de una manera hermosa: Un pobre que le dice a otro pobre donde le
han dado de comer. Es verdad. Todos somos pobres de amor porque necesitamos un
amor infinito. Nadie, por muchas cosas que tenga, se sentirá nunca saciado
hasta que no se sienta profundamente amado en su realidad. Necesitamos que
alguien nos quiera como somos, en nuestras fortalezas y debilidades. Que nos
acepte pecadores y que valore los esfuerzos por salir del Pecado. Solo Dios nos
ama de esta manera, y solo quien ha conocido este amor pierde todos los miedos
porque el amor expulsa el temor.
Como párroco, que en nombre de Cristo me toca
presidiros en la caridad os digo a quienes como yo disfrutáis del gozo de
saberos amados por Dios: tenéis mi permiso para hablar a todos del Amor de Dios
que habéis experimentado; tenéis mi permiso para sonreírles, para perdonarles
las ofensas, para amar a cada uno entrañablemente; tenéis mi permiso para
animar a cada uno a llevar una vida más generosa, más entregada, más cercana a
la palabra de Dios y los sacramentos; Tenéis mi permiso, en fin, para cumplir
la vocación más sagrada que nos ha sido concedida: anunciar
el Evangelio.