A LA CALLE Y A LAS PERSONAS
Solemnidad del Corpus y, con esta fiesta, cerramos en broche de oro (detrás de la Pascua) tantos Misterios de nuestra fe:
¡DIOS ESTÁ AQUÍ! ¡EN LA EUCARISTÍA! Hoy, al contemplar la Eucaristía, nuestros ojos se van en dos direcciones: hacia la calle
(necesitada de la presencia del Señor, aunque algunos la rechacen) y hacia las personas (custodias de carne y hueso en donde
nos hemos de afanar mediante el obrador de la caridad).
Llevar adelante nuestra vida cristiana, sin detenernos en el Pan
de la Eucaristía, es un imposible. Con el Sacramento del altar recobramos impulso, fuerza y valor. Sin ella, sin la Eucaristía, nos
convertimos en guiso sin sal, en pan sin levadura, en cristianos
venidos a menos. Con ella, la Eucaristía, la caridad nos urge a la
entrega y al compromiso.
El Corpus, nos incita a muchas reflexiones:
-¿Llevamos la identidad cristiana a las plazas y calles del día a día?
-¿Hablamos del domingo, en nuestros círculos, como un referente cristiano?
-¿Practicamos la misa dominical como necesidad o como cumplimiento?
-¿Procuramos reservar unos momentos para la adoración, para la
visita al santísimo, la misa diaria o, tal vez, nos hemos acostumbrado al ritmo dominical?
CORPUS: La caridad es causa de felicidad personal y comunitaria.
El dar supone enriquecerse a sí mismo. Con la caridad todos somos beneficiados.
CORPUS: Es centralizar el Misterio de la Eucaristía en aquel acto
de supremo servicio donde Jesús da pruebas del señorío del amor
de Dios en su corazón.
CORPUS: Es manifestar públicamente la convicción de todo cristiano católico que siente y vive en la Eucaristía el AMOR que Dios
nos tiene. Que sabe que siempre hay un Misterio escondido detrás de las especies del pan y del vino.
CORPUS: Es el AMOR de DIOS que toma cuerpo. Que se hace
cuerpo; visible, alimento, vino y pan.
La custodia, con Cristo dentro, puede ser perfectamente la
gran pancarta de un Dios que sigue hablando y manifestándose a
través de nosotros. Pero, ¡eso sí!, primero lo creamos nosotros y
luego…lo manifestemos con todas las consecuencias.