sábado, 3 de junio de 2023

SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA TRINIDAD

 Domingo 4 de junio de 2023

PRIMERA LECTURA:

“Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso” (Éxodo 34,4b-6.8-9)

SALMO:

“¡A Ti gloria y alabanza por los siglos!” (Salmo Daniel 3)

SEGUNDA LECTURA:

“La gracia de Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo” (2 Corintios 13, 11-13)

EVANGELIO: (Juan 3, 16-18)

“Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por Él”

 Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios.

LA INTIMIDAD DE DIOS

VER.-

Hay personas famosas del mundo de la interpretación, del deporte, de la música, de los medios de comunicación, de la política… de los que sólo se conoce su faceta pública, porque no comparten información personal. Pero de vez en cuando conceden una entrevista que lleva más o menos este título: “Así es X en la intimidad”, y nos ofrece información sobre su familia, gustos, aficiones, criterios, valores… que nos ayudan a conocer más en profundidad y valorar mejor a este personaje.

JUZGAR.-

Hoy estamos celebrando la fiesta de la Santísima Trinidad; hoy celebramos que nuestro Dios, del que durante mucho tiempo sólo habíamos conocido su “faceta pública”, nos ha dicho cómo es Él “en la intimidad”, para que podamos conocerle y amarle más y mejor.

El ser humano, a lo largo de su historia, ha ido descubriendo algunos aspectos de Dios, dándole diferentes nombres y atribuyéndole varias cualidades a partir de la actuación de Dios, de lo que de Él ha ido constatando, como hemos escuchado en la 1ª lectura: Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y lealtad.

Pero aun así, Dios seguía siendo un Misterio, y por eso mismo también en la historia el ser humano ha cometido graves errores de apreciación de lo que era la divinidad. Por eso, o Dios mismo se revelaba y nos mostraba cómo es “en la intimidad”, o el ser humano nunca hubiera llegado a descubrir su verdadero Ser, nunca hubiera podido conocerle más en profundidad.

Y en el Evangelio de hoy podemos ver que es como si Jesús “concediese una entrevista” al ser humano, representado por Nicodemo, para descubrirnos, revelarnos, cómo es Dios en la intimidad. Y lo primero que nos revela es que Dios es Familia: Padre, Hijo y Espíritu Santo. Y, además, nos descubre que la intimidad de Dios es Amor: Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él.

Por Jesús, el Hijo de Dios hecho hombre, descubrimos que la intimidad de Dios es el Amor más grande que podamos imaginar: el Padre envía a su Hijo por amor; el Hijo acoge la voluntad del Padre por amor, y por amor se hace hombre; Jesús, por amor, anuncia el Reino de Dios, sufre la muerte de Cruz y resucita; y este amor, como veíamos el domingo pasado de Pentecostés, está siempre con nosotros por medio de su Espíritu, que recibimos en el Bautismo y la Confirmación.

Dios nos ha revelado su intimidad para que podamos conocerle mejor, para que, como san Pablo indicaba en la 2ª lectura, podamos experimentar que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo están siempre con todos nosotros, y así podamos responderle con amor.

ACTUAR.-

¿Me gusta conocer cómo son algunos personajes “en la intimidad”? ¿Me hace valorar más lo que hacen? ¿Qué significa para mí que Dios nos haya revelado su intimidad, que sea Padre, Hijo y Espíritu Santo? ¿Me dirijo a Ellos de forma diferenciada en la oración? ¿Experimento en mi vida que Dios es un Misterio de amor?

Si Dios mismo, por medio de su Hijo, no hubiera compartido con nosotros esta información, por nosotros mismos nunca hubiéramos podido imaginar, concebir, ni siquiera sospechar que Dios podía ser así “en la intimidad”.

Hoy es un día, sobre todo, para dar gracias a Dios por haberse revelado, por habernos mostrado cómo es Él en la intimidad para que podamos conocerle mejor. Es verdad que Dios es Misterio y nunca podremos abarcarlo con nuestra mente; pero aunque no podamos conocerlo más que en una pequeña parte, sí que podemos responderle amándolo cada vez más en la medida en que vayamos conociéndole mejor como Padre, Hijo y Espíritu Santo, y entrando en intimidad con Él.

Ese conocimiento irá haciendo que eliminemos imágenes erróneas o incompletas de Dios, y esto se traducirá en un nuevo estilo de vida. Aun en medio de las dificultades, incertidumbres y cruces de la vida, gracias a su Espíritu seremos testigos creíbles suyos, mostraremos su verdadera intimidad, y experimentaremos que el Dios del amor y de la paz está siempre con nosotros.