Comentario del Evangelio de San Marcos 1, 14-20
El arresto de Juan sirve
de pistoletazo de salida para el ministerio de Jesús. De esta manera la vida y
la misión de Jesús quedan enmarcadas, ya desde el principio por el signo de la
persecución. La vida entregada de Jesús culminará cuando también él sea encarcelado
y ajusticiado.
La vida y la
predicación de Jesús están totalmente centradas en el Reino de su Padre. Dios
es Señor y está cerca de nosotros. No debemos servir a otros poderes, sino a
aquél que nos ama entrañablemente y nos entrega a su Hijo para nuestra salvación.
En esta misión, Jesús no quiere ir
solo, desde el principio convoca a otros para que le sigan y para que colaboren
en su tarea. Dos palabras resuenan con fuerza en la vocación de los primeros
discípulos “Inmediatamente” y “dejaron”. Solo hay algo verdaderamente urgente,
responder a la voluntad de Dios. Todo lo demás puede esperar. Solo hay algo
verdaderamente necesario, responder a la voluntad de Dios. Todo lo demás es
posible dejarlo.