sábado, 9 de marzo de 2024

DOMINGO IV DE CUARESMA

Domingo, 10 de marzo de 2024

PRIMERA LECTURA:

“La ira y la misericordia del Señor serán manifestadas en el exilio y en la liberación del pueblo” (2 Crónicas 36, 14-16 .19-23)

SALMO:

“Que se me pegue la lengua al paladar si no me acuerdo de Ti” (Salmo 136)

SEGUNDA LECTURA:

“Muertos por los pecados, estáis salvados por pura gracia” (Efesios 2, 4-10)

EVANGELIO:

“Dios envió a su Hijo para que el mundo se salve por Él” (Juan 3, 14-21)

En aquel tiempo dijo Jesús a Nicodemo: Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios. Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios».

FOTOFOBIA ESPIRITUAL

VER. -

La fotofobia es una intolerancia a la luz, sea natural o artificial. La oftalmología nos explica que no es una enfermedad en sí misma, sino más bien un síntoma de otras enfermedades que afectan al ojo o al cerebro. Y también la psiquiatría y la psicología nos hablan de fotofobia refiriéndose al rechazo e incluso aversión que algunas personas manifiestan hacia la luz, especialmente la del sol, y que, también en este caso, es un síntoma de algún problema de salud mental. Puesto que la fotofobia es un síntoma de otras enfermedades, no hay un tratamiento específico para curarla, sino que hay que buscar y tratar la enfermedad que la está causando.

JUZGAR. –

Hoy la Palabra de Dios nos ha presentado otro tipo de fotofobia: la espiritual, que consiste en la intolerancia o el rechazo hacia Dios. Una ‘fotofobia espiritual’ que ha aquejado desde siempre al ser humano. La 1ª lectura nos ha recordado que “todos los jefes, los sacerdotes y el pueblo multiplicaron sus infidelidades, profanando el templo del Señor”. Y, aunque “el Señor les enviaba mensajeros a diario, ellos escarnecían a los mensajeros de Dios, se reían de sus palabras y se burlaban de sus profetas”.

Y en el Evangelio Jesús ha dicho que “la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz y no se acerca a la luz”.

La ‘fotofobia espiritual’ nos sigue afectando hoy en día, y se manifiesta con mayor o menor intensidad: desde el simple alejamiento e indiferencia hacia lo religioso, viviendo en la práctica como si Dios no existiera, pasando por la burla y ridiculización de todo lo referente a la fe cristiana, y por un rechazo consciente hacia todo lo que se refiera a Dios en cualquier ámbito, hasta llegar a casos más extremos como los actos vandálicos hacia edificios y símbolos religiosos y la persecución y asesinato que todavía hoy siguen sufriendo muchos cristianos en todo el mundo.

También la ‘fotofobia espiritual’ es síntoma de ‘enfermedades’ más profundas que afectan al ser humano, individual y socialmente: la propia historia personal, egoísmo, pereza, ambiente sociocultural, relativismo, materialismo, anti testimonio de algunos miembros de la Iglesia… que se engloban en el misterio de la libertad humana, que puede aceptar a Dios o rechazarlo.

Pero la ‘fotofobia espiritual’ tiene unas consecuencias que también indica hoy la Palabra de Dios: “deportó a Babilonia a todos los que habían escapado de la espada, fueron esclavos…” (1ª lectura). Y “el que no cree ya está juzgado porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios” (Evangelio). El rechazo hacia Dios conlleva la pérdida completa de «una esperanza fiable, gracias a la cual podemos afrontar nuestro presente» (Benedicto XVI, Spe salvi 1). Sin esa esperanza fiable, la oscuridad reinaría en nuestra vida cotidiana, que se convierte, en el mejor de los casos, en “comamos y bebamos que mañana moriremos” (Is 22, 13; 1Cor 15, 32); la vida humana sería ‘una pasión inútil” (J. P. Sartre: “El ser y la nada”); y el sufrimiento, la injusticia, el mal, el sinsentido y el vacío tendrían la última palabra.

Pero Dios, respetando siempre la libertad humana, nos indica el camino para salir de la tiniebla existencial y acercarnos a la luz. Como hemos escuchado en la 2ª lectura: “Dios, rico en misericordia, por el gran amor con que nos amó, estando nosotros muertos por los pecados, nos ha hecho revivir con Cristo”.

Este cuarto domingo de Cuaresma nos ofrece el ‘tratamiento’ para curar lo que provoca la ‘fotofobia espiritual’, y que encontramos en las palabras que Jesús dijo a Nicodemo: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en Él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él”. Necesitamos ‘tomarnos’ este tratamiento, meditando en nuestro corazón estas palabras de Jesús.

ACTUAR. –

¿Descubro en mí algún síntoma de ‘fotofobia espiritual’? ¿Le doy la importancia que tiene, soy consciente de las consecuencias? ¿Sigo el ‘tratamiento’ indicado por Dios?

Aprovechemos la Cuaresma para acercarnos a la Luz que es Cristo, y demos testimonio de ella. Que se vea que nuestras obras están hechas según Dios, para que otros, aquejados de ‘fotofobia espiritual’ y que viven en la tiniebla, puedan curarse porque han descubierto el amor de Dios que “no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por Él”.

 

 

DOMINGO V DE PASCUA